Teníamos grandes planes para nuestro Día de Alianza de Amor, pero nos tuvimos que adaptar a las nuevas ordenanzas sanitarias por la Pandemia Universal.
Desde nuestra Ermita, desde nuestros Santuario Hogar, con nuestras Vírgenes Peregrinas, desde nuestro santuario corazón, proclamamos:
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco todo a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón: en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Oh Madre de bondad, guárdame, defiéndeme y utilízame como instrumento y posesión tuya. Amen.
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