Tu eres la Omnipotencia Suplicante, nos refugiamos en tus brazos para que nos concedas salud. Oh Reina Victoriosa, tres veces admirable, Virgen María de Schoenstatt.
Desde nuestros hogares, te coronamos, oh Madre nuestra, ponemos en tus amorosos brazos nuestras familias, nuestro país, el mundo. Lleva nuestras oraciones como incienso de amor a Tu Hijo para que proteja al mundo y proclamaremos su gran amor y misericordia.
Nada sin Ti Mater, nada sin nosotros.
Con esta confianza nos acercamos a Ti. En tu poder y bondad fundo mi vida y en ellos espero confiado como un niño.
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