Todas compartieron su gran anhelo de conocer mas sobre nuestro Padre Fundador, el que nos guía con sus enseñanzas. Desde sus santuarios brotan corrientes de gracias.
En este taller deseamos tener un encuentro personal y vital con nuestro fundador, de manera que nos podamos sintonizar con él y asumir como hijas el llamado a participar en su misión.
Queremos ser partícipes de las gracias que recibió para ponerlas a disposición de toda la Iglesia, como fue el anhelo del Padre Kentenich.
El Padre Kentenich es un fundador y dio la vida por su comunidad. Fue una respuesta de la Iglesia para su tiempo y para nuestro tiempo. Sus inquietudes sobre el hombre mecanicista e individualista son muy actuales. Sus enseñanzas nos hacen sentir que realmente somos una comunidad y los vínculos nos ayudan a apoyarnos unos a otros.
No podemos hablar y vivir, lo que no conocemos. Para vivir Schoenstatt, debemos conocer a su fundador.
Agradecidas por esta primera reunión, fuimos a dar gracias a la Ermita.
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