Como generación fundadora de Schoenstatt en Panamá nos corresponde dar ese paso para unirnos a la Mater y asemejarnos a Ella.
Nos invito a arriesgarnos y buscar las puertas abiertas que nos ayuden a fortalecernos y crecer personalmente y como comunidad. Schoenstatt es un movimiento de laicos, apoyados por religiosos, pero hay que autoformarse. Cuando los demás nos vean, sientan una "interrogante irresistible": ¿de donde cada fuerza, ideas, inspiración? Por sus actitudes se nota: mariana, providencial, eclesial, dócil a las voces de Dios, comprometida, feliz.
Quedo en anhelo de crecer en santidad en la vida diaria. Para ello, el 29 de octubre tendremos un retiro de señoras.
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