Nos examinamos en el amor: sincero, fraterno, diligente, servicial, alegre donde compartimos y acogemos a los demás.
Sabemos que Schoenstatt es el hogar que nos convoca para esta misión.
Estuvimos reflexionando como nuestro grupo debe ser: una comunidad fraterna, una comunidad de fe y oración, una comunidad de ideales, una comunidad de formación y una comunidad apostólica.
Analizamos que habíamos hecho hasta ahora y que más podíamos hacer para lograr ser cada vez más como María.
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