Charla Padre José Luis Correa: Amoris Laetitia

El 9 de agosto de 2021, la Escuela de Dirigentes de Schoenstatt Panamá tuvo la dicha de recibir virtualmente al Padre José Luis Correa, Coordinador Continental y nuestro Director Espiritual con la Charla sobre Amoris Laetitia.

Nos dio la Buena Nueva de la cercanía de Schoenstatt como movimiento laical de familias con la Exhortación Apostólica de Papa Francisco en la que nos llama a la Cultura del Encuentro, que es la Cultura de la Alianza de Amor.

Nos invitó a participar en este año especial de la familia del Encuentro Mundial que se celebrará en cada diócesis y en Roma en junio de 2022: Amor familiar vocación y camino de santidad.

Fue deshojando cada capítulo de Amoris Laetitia para que descubriéramos como Schoenstatt tiene ese mismo llamado que nos hace el Papa Francisco. Somos sus discípulos y debemos llevar este Evangelio a todos los matrimonios para que se sientan acogidos y comprendidos. Que puedan sentir en Schoenstatt el cobijamiento para sus familias,  que les permitirá continuar con su vocación y camino a la santidad, con la seguridad que Dios y la Mater los acompañan.

Del capítulo 2, Padre José Luis nos llamó la atención, que el Papa Francisco se preocupa por el bien de la familia pues es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia.  Nos subrayó que «las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia».

También Schoenstatt a través de la Fe práctica en la Divina Providencia nos llama a escuchar las voces del tiempo, del ser y del alma para discernir sobre el matrimonio y familia.

Padre José Luis nos aconsejó pedirle a María que entre en nuestra familia, que vitalicemos nuestros Santuarios Hogar, que cada uno pueda sentir el cariño y comprensión en su hogar.

Recordemos que Jesús vio la ternura del Padre Dios en San José, así deben ser los padres para que los niños puedan ver a Dios como un Padre cercano y amoroso.

Su último consejo a las parejas: el primer amor debe ser el amor al cónyuge, en un entrelazamiento de destinos, donde vivamos santamente con amor y alegría con Dios y la Mater. Todas las mañanas cuando nos levantemos nos digamos: “fortalecido me levanto paras reavivar el fuego del amor y saludarte con alegría”

Nos despedimos con una Consagración a la Mater