Se puede tener santos matrimonios en el medio del mundo. Se trata de formas de vida que ayudan a cultivar y mantener la lozanía del primer amor, cultivando un vínculo esponsal cálido y positivo.
R1: Debemos separar un momento diario para rezar juntos. Cada matrimonio es una comunidad religiosa sellada por el sacramento. Al orar juntos vivimos una relación armoniosa con Dios en la que unimos nuestras almas.
R2: Reencantar el amor con salidas reservadas solo para nosotros dos. Es necesario separar un tiempo en que no interfieran los quehaceres diarios para redescubrir el encanto que nos unió.
R3: Es importante revisar el mes pasado para descubrir el paso de Dios en nuestras vidas a través de los hechos significativos y analizar los conflictos o problemas que hayamos tenido. Tambien discernir lo que nos trae el próximo mes para tomar decisiones juntos para nuestro mejor desempeño como pareja cerca de Dios.
R4: Después de analizar el año pasado, se trata de elaborar un plan del año por venir que se centre en los objetivos a lograr en plano personal, como esposos y familia, asumiendo decisiones y cambiando lo que sea necesario a la luz del Espiritu Santo, discerniendo nuestro ideal como matrimonio.
Todas las parejas deseamos conquistar estos cuatro R que garanticen nuestra unión matrimonial. Que Dios nos conduzca sabiamente con su Divina Providencia.
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