Empezamos con un rosario a la Virgen para agradecer a la Madre de Dios por su maternidad y agradecer a todas las mamas por traernos al mundo y cuidarnos.
Luego compartimos los alimentos con ellas en el comedor.
También hubo piñata. Hasta las más grandecitas hicieron su fila para darle a la piñata.
Les repartimos las carpetas con todos los trabajos que hicieron en el año, para que lo lleven de recuerdo.
Fue una tarde llena de alegría y agradecimiento. Ellas son muy espontáneas y agradecen todas las visitas.
Gracias Mater por la oportunidad de estar con estas hijitas tuyas. Nos enviaste en misión y lo hacemos con alegría.